Planificación Estratégica

En cada momento que nace una Pyme, independientemente del sector al que pertenezca, su norte es mantenerse en el tiempo de manera competitiva; es por eso que la mayoría de estas pequeñas y medianas empresas, trazan su vida comercial a través de una planificación estratégica la cual aplican de manera formal o informal (*) para llegar a sus objetivos. Sin embargo, para el momento en que llegó la Pandemia (COVID-19) y sus efectos, ¿estaba incluida dentro de esta Planificación una alternativa para sobrevivir a esta situación?.

Con la llegada de la Pandemia se originó no solamente una crisis sobre la salud de la población mundial, también se vio afectado de manera importante el sector socio económico y por ende las empresas. En el caso de las Pymes el efecto del COVID-19 ha sido importante debido a que, la mayoría de estas pequeñas y medianas empresas no tenían contemplado que para cumplir sus objetivos existen algunos riesgos que deben ser estudiados o analizados, aun cuando sea poco probable de que ocurran.

Es entonces cuando al surgir esta Pandemia, dando lugar a que buena parte de la planificación estratégica establecida se perdiera, no significa que dicha estrategia no sirviera o no protegiera a la Empresa de esa situación para cumplir sus objetivos, pero sí ha obligado a que la Empresa deba ser reestructurada debido al impacto significativo que la situación está causando en algunas Pymes.

Ante estas condiciones, a las empresas no les quedó de otra que -reaccionar y accionar- para protegerse contra este riesgo y comenzaron a enfocarse básicamente en estudiar los planes operativos para no cesar en buena medida en su producción y/o prestación de servicios. Las medidas también se enfocaron en proteger a los trabajadores, habilitando en gran medida al teletrabajo o home office de tal manera que se pueda monitorear el avance hacia los objetivos.

Planificación Estratégica

En términos generales, se entiende como Planificación Estratégica a la herramienta indispensable para gestionar y tomar decisiones sobre el avance, desarrollo y crecimiento de cada organización para el cumplimiento de sus objetivos, tomando siempre en cuenta el estudio o análisis de los elementos internos (Fortalezas y Debilidades) y los factores externos (Amenazas y Oportunidades).

¿Todas las Empresas deben poseer una Planificación Estratégica?

La respuesta es “Sí”. En caso contrario, la empresa estaría navegando sin rumbo fijo, por lo tanto, si la empresa persigue un norte o un objetivo a cumplir, su instrumento indispensable debe ser una Planificación Estratégica y para eso debe considerar que:

  • Tiene que definir la filosofía de la Empresa: Misión, Visión y Valores.
  • Debe realizar el Análisis Interno y Externo de la empresa para determinar Fortalezas, Debilidades, Ventajas y Amenazas.
  • Tiene que perseguir y establecer Objetivos, Estrategias, Indicadores y Metas.
  • Y finalmente aplicar y ejecutar el control a través del monitoreo y seguimiento de todas las premisas anteriores.
  • Esto indica que una adecuada Planificación Estratégica debe contar con la participación de todo el personal clave que tenga la responsabilidad de velar por el cumplimiento de los objetivos (Accionistas, Directores, Gerentes, Supervisores, Coordinadores, incluso Asesores Externos, entre otros).

Pensamiento Estratégico.

Un Pensamiento Estratégico nace de los siguientes aspectos fundamentales: Anticipar y Adaptarse en cuanto a los cambios permanentes que se presentan en el mercado, así como, actuar en el momento oportuno y ser proactivos en la definición de metas y estrategias.

Es importante tener claro que las estrategias nacen luego de analizar y conocer la Estructura Organizacional de nuestra empresa, de forma específica sus políticas, procesos, roles y recursos (humanos, financieros y materiales), los niveles de autoridad y aprobación.

Existen dos ramas para definir el Pensamiento Estratégico:

1° Externa – Competitiva: que se aplica hacia afuera de la organización, en cuanto al análisis o estudio de mercados comerciales, definición de áreas geográficas o la aplicación del Benchmarking Empresarial. Todo esto con el objeto de orientar las metas y objetivos empresariales en la competencia activa en el mercado.

2° Interna – Gestión: que garantiza que la organización funcione de manera adecuada internamente, se logra a través del adiestramiento y capacitación del Personal, mejoras o adecuaciones de los procesos, ajustes de la estructura organizacional en su organigrama funcional y estructural.

En este sentido, las organizaciones y los individuos deben velar por el equilibrio organizacional y por el logro de las metas básicas, como son: sobrevivir en el mercado, vencer las dificultades que se puedan presentar en el logro de las metas y reproducir los recursos financieros; en pocas palabras significa garantizar la sostenibilidad de la organización.

Pandemia y Planificación Estratégica

El 14 de abril de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS), emitió un documento denominado ¨Actualización de la Estrategia frente al COVID-19¨en el cual se plantea ayudar a guiar la respuesta de la sanidad pública al COVID-19, además de actualizar la estrategia mundial de respuesta a la pandemia.

Este documento demuestra que, a pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya tenía un plan para afrontar la crisis originada por el COVID-19, debió recurrir al análisis de nuevas estrategias para minimizar sobre todo el riesgo de contagio a nivel mundial.

En Venezuela, debido a la situación económica del país, ya las Pymes venían trabajando constantemente en la revisión de su planificación estratégica precisamente para protegerse de dicha situación. Para algunos, la llegada de la Pandemia fue un problema más que sortear, sin embargo, y a pesar de que estas empresas ya se estaban adaptando a la velocidad de los cambios y riesgos locales, el impacto de la Pandemia desde todo punto de vista ha sido un golpe muy fuerte para el cumplimiento de los objetivos a mediano y largo plazo; incluso algunas de estas empresas presentan dudas significativas sobre la habilidad de la entidad para continuar como un negocio en marcha.

En su artículo ¨Planificación Estratégica – Introducción al Concepto de Planificación Estratégica¨- 1999. El Ing. Luis Pimentel Villalaz, M.B.A., menciona que “La planificación estratégica es una manera intencional y coordinada de enfrentar la mayoría de los problemas críticos, intentando resolverlos en su conjunto y proporcionando un marco útil para afrontar decisiones, anticipando e identificando nuevas demandas”.

Dicho esto, se toma como premisa que una Planificación Estratégica nos permite identificar los riesgos y a su vez nos proporciona las mejores alternativas, o por lo menos, las más adecuadas para tomar decisiones, por lo tanto, es necesario saber que estos riesgos no quedan eliminados sino más bien minimizados o reducidos.

En su artículo “Aspectos que deben ser evaluados y considerados para sobrevivir empresarialmente ante la crisis del COVID-19” Sergio Márquez (Socio de Crowe Venezuela), manifiesta lo siguiente: “Evidentemente debe existir un nuevo renacer dentro las líneas estratégicas de negocios, el establecimiento de nuevos modelos surge con mayor fuerza, ante situaciones que no tienen precedentes, por lo que debe existir un enfoque de trabajo, basado en la dinámica situacional y apegado a las experiencias y realidades de cada región para afrontarlas”.

Es entonces el momento de buscar respuestas a las incógnitas presentadas durante la crisis de la Pandemia y ver el renacer de nuevas estrategias que permitan una mayor determinación para solucionar los problemas vigentes y los acontecimientos futuros.

El líder coach

A quienes dirigimos organizaciones muchas veces nos pasa que omitimos alguna tendencia o situación de desmotivación evidente de nuestros colaboradores. Estimamos que, tal vez, pasan por un mal día e ignoramos que posiblemente alguna situación personal es el detonante del bloqueo que impide un buen y constante rendimiento.

Esta situación se presenta con más frecuencia de la que pensamos. La situación venezolana y los embates de la inflación son factores influyentes para generarla. Por ello, la labor de los líderes de una organización debe necesariamente pasar por estar vigilantes a estas posturas y crear el acercamiento necesario que permita comprender las razones y activar un acompañamiento sincero y cercano.

Es inaplazable ponerse en los zapatos del otro, con un enfoque hacia la persona, ya que solo bajo este precepto, generamos la necesaria empatía y entendemos las causas que complican la actuación laboral del colaborador.

Esta reflexión no sugiere que debemos inmiscuirnos en situaciones personales, pero la propia dinámica del acompañamiento nos dará la “autoridad” necesaria para influir en nuestros empleados y voltear el rendimiento a favor del logro de resultados, ajustados a los objetivos corporativos. Y aquí repito lo que tantas veces he escrito: ¡mejores personas, mejores resultados!

La hegemonía del liderazgo antiguo nos imponía normas, políticas y comportamientos enfocados en resultados. Este enfoque no consideraba la importancia tangible que tiene para una organización que nuestros colaboradores estén bien y se sientan bien.

Además, ignoraba, dramáticamente, el factor humano y, lamentablemente, este estilo de gerencia aun lo seguimos viendo en nuestros tiempos. ¡No se imaginan el daño emocional que puede causar!

En la Firma que dirijo, estamos muy conscientes de que el ambiente laboral que rodee nuestra actuación profesional debe recrearse en un entorno amable e inspirador que mitigue los efectos del entorno externo.

Por ello, nos preocupamos de manera desinteresada por cada uno de sus integrantes. Es mejor una palabra de aliento ante un fallo o retraso en el trabajo, que un fuerte reclamo sin conocer el entorno. Es mejor integrarnos para la solución del problema técnico surgido, que recriminar a nuestro colaborador y dejarlos a la deriva.

Numerosas investigaciones apoyan esta hipótesis y enfatizan que el aspecto “felicidad” debe estar siempre presente en el ámbito profesional.

El consultor español, Juan Carlos Cubeiro – ha visitado a nuestro país en varias oportunidades – nos recalcó, en una magistral charla, que para tener éxito hay que ser feliz primero, no al revés. Consecuentemente, esta afirmación es valedera para el entorno profesional.

En innumerables ocasiones palpamos la frustración de colaboradores al mirar de lejos el resultado final de un proyecto. Los tropiezos en la dinámica actual – teletrabajo, entre otros – incentivan este sentir, pero se les olvida que lo realmente importante y donde todas las baterías energéticas deben apuntar, es ir cumpliendo sistemáticamente con el proceso, ya que, al hacerlo de manera habitual, nos lleva a reconocer los avances y, por ende, los buenos resultados no tardarán en aparecer.

En este punto, el líder coach debe estar muy atento para afianzar el concepto de que el éxito es un viaje, – sudado y empinado –no un destino.

Si me apuran a darles alguna recomendación de cómo encarar y combatir la “depresión laboral”, les diría, entre muchas alternativas, las siguientes:

Siempre estar atento a los cambios repentinos de nuestros colaboradores. Percibe si es o no una situación aislada y hazle seguimiento sin presionar. Si los motivos de alarma persisten, muestra empatía y funge como un catalizador de sus emociones.

El peor error que podemos cometer es apartar de un proyecto o quitar responsabilidades a un colaborador “deprimido”. Más bien acompáñalo en su camino y transita junto con él los tropiezos propios de un proyecto. Apóyalo en la agenda, aliéntalo a que termine y siempre regálale una palabra de afecto. Esto, les aseguro, es infinitamente valorado por cada uno de los integrantes de una organización.

Planifica sus actividades, pero que estas sean consensuadas. En una situación de estrés, el error más común es exigir a alguien que nos dé los resultados que, humanamente, por su condición, no nos puede dar. Consensuar luce imperativo, además el trabajador se sentirá más seguro y confiado.

Influye en sus emociones: en este punto, insisto, en que no tiene nada que ver con inmiscuirse en su situación personal. Pero el valor de la actitud hay que potenciarla. Por ello es trascendental hacerles ver la importancia de su labor y el encarar cada tramo del proyecto – por incómodo que parezca – con actitud positiva.

Estos son algunos consejos, pero quizás el más importante sería internalizar que el liderazgo de acompañamiento – líder coach – es una fórmula mágica para crear entornos laborales saludables.

Algunos dirán que esta filosofía es una quimera y que ejerciendo el liderazgo con autoridad logras los mismos resultados.

Tal vez sí, ya que el empleado en última instancia busca y se aísla en el sentimiento de supervivencia. Pero les aseguro que en la primera oportunidad externa que se presente no dudará en dejarte. Si quieres una organización sustentable y duradera, no cometas ese error.

Proponte, desde hoy, ejercer el liderazgo siendo “GENTE”, que no es otra cosa que liderar bajo un entorno confiable y bajo la magia que produce practicar la empatía en todos los rincones de tu existencia, incluido el profesional.